domingo, 7 de febrero de 2016


La interpretación hermenéutica crítica como fuente de conocimiento y reflexión  artística/cultural/histórica.

Análisis de fragmentos de la obra Vida de Galileo Galilei de Bertol Brecht.


 

¿Qué es la Epistemología? ¿Cómo se llega a conocer? ¿Podemos conocer a través del Arte?
Su fin (de la Epistemología), es estudiar la génesis y la estructura de las ciencias, desde un punto de vista lógico y también histórico y sociológico (Thuillier, 1975: 62) Principalmente se ocupa del origen, trascendencia y finalidad del conocimiento científico. Reflexiona sobre la ciencia.
Jean Piaget hace grandes aportes sobre cómo se adquiere conocimiento; el pensar se despliega desde una base genética sólo mediante estímulos socioculturales; así como también el pensar se configura por la información que el sujeto va recibiendo, información que el sujeto aprende siempre de un modo activo por más inconsciente y pasivo que parezca el procesamiento de la información, dicha constitución de los conocimientos válidos no está jamás acabada (Piaget, 1979:16).

El presente escrito pretende generar conocimientos desde una interpretación crítica[1] de fragmentos de la obra teatral Galileo escrita por Bertol Brecht, se enmarca dentro del paradigma de la complejidad permitiendo múltiples análisis. El epistemólogo debe tomar los hechos como ideas, insertándolas en un sistema de pensamientos (Bachelard, 2000: 20).
La ciencia es la introducción de un nuevo paradigma (Rorty, 1983: 291).
Saldrá a la luz el enfrentamiento de paradigmas científicos del medioevo, propios del tiempo del matemático; vislumbrando al hombre y su lucha de clase y de poder, y porque no,  los del propio autor de la obra al momento de escribirla. Galilei dirigiéndose al “Pequeño Monje”: “Veo la Divina paciencia de su gente, pero ¿dónde está su Divina ira? (Brecht, 1981: 77)

Imagen capturada de la web.
En el presente de la obra se aplica la ciencia denominada ptolomeica, que tiene cómo postura el geocentrismo, donde el hombre así como la tierra, son la creación divina, en torno a lo cual gira el universo (Hauser, 2009). Puede observarse este pensamiento, reflejado en la obra de Brecht, en reiteradas ocasiones (Jameson, 2013). A continuación se cita una de ellas:
Sagredo: Galilei, siempre te conocí como un hombre listo. Durante diecisiete años en Padua y tres en Pisa, les enseñaste pacientemente a cientos de alumnos el sistema Ptolomeo, que la Iglesia predica y confirman las escrituras, en las cuales la Iglesia se basa. Lo considerabas erróneo, al igual que Copérnico, pero lo enseñaste (Brecht: 31).
Galileo sabía según Brecht, el choque de creencias que provocaría, la argumentación de un nuevo sistema planetario. Hoy se sostiene que: puede entenderse que dos paradigmas[2] son inconmensurables en tanto involucran creencias, valoraciones o cánones diferentes, acerca de los cuales no es posible establecer el acuerdo o desacuerdo (Lores Arnaiz, 1986: 207)

 
El peligro que las nuevas teorías científicas[3] pueden ocasionarle a Galilei es advertido por el fiel amigo Sagredo: ¡es decir que sólo hay astros!… ¿Y dónde está Dios?... en primer lugar, eres un ser humano. Y yo te pregunto, ¿dónde está Dios en tu sistema universal? (Brecht: 31).
Se puede enunciar, en consonancia con aquello que sostiene Kuhn y desde una interpretación hermenéutica de la obra, que se trata de momentos históricos donde hubo pugnas paradigmáticas:
entre el paradigma que descubre una anomalía y el que, más tarde, hace que la anomalía resulte normal (…) las anomalías reconocidas cuyo rasgo característico es su negativa tenaz a ser asimiladas por paradigmas existentes… produce nuevas teorías (…) Es difícil ver cómo pueden surgir nuevas teorías sin esos cambios destructores en las creencias sobre la naturaleza (Kuhn, 1971: 156-157-158).
Así parece entenderlo también Brecht, que pone en boca de Sagredo las siguientes palabras:
No crees en Aristóteles, pero sí en el Gran Duque de Florencia. Antes, cuando te vi junto al telescopio, y observabas esas nuevas estrellas, me pareció verte parado sobre una hoguera ardiente, y cuando dijiste que creías en las pruebas, olí carne quemada (Brecht: 37)
Es necesario recordar que la obra Brechtiana se sitúa en el siglo XVII, en el territorio que en la actualidad se denomina como Italia, donde se sentía la amplia influencia de la Iglesia Católica Romana.
En tanto en la vecina Francia, o los países bajos, o bien Inglaterra: Los científicos, de Descartes a Newton, tratan de concebir un universo que sea una máquina determinista perfecta (Morin, 2005: 88).
El mundo occidental se encuentra frente al dilema de, por un lado, sostener los valores dados al grueso de la población, compuesto por campesinos en un noventa por ciento, y por otro, aceptar la necesidad de los nuevos ricos (clase burguesa oligárquica), de contar con los nuevos descubrimientos –catalejos, mapas basados en posicionamiento astral, máquinas, etc.- para la explotación de los recursos del mundo. Así parece expresarlo Galileo:
no vaya tan a prisa, Priuli. Las rutas marítimas siguen siendo largas, inseguras y caras. Nos falta una especie de reloj exacto en el cielo. Una señal para la navegación. Pues ahora tengo motivos para suponer que con el telescopio se pueden seguir claramente ciertos astros, que realizan movimientos muy regulares. Los nuevos mapas celestes le podrían ahorrar millones de escudos a la marina, Priuli. (Brecht: 28).
En la visión clásica, cuando una contradicción aparecía en un razonamiento, era una señal de error. Significaba dar marcha atrás y emprender otro razonamiento (Morin: 100).
Obra de teatro basada en Vida de Galileo Galilei de Bertol Brecht.

Brecht, influenciado por ideas socialistas y marxistas[4], introduce en su teatro la idea de distanciamiento, del espectador, respecto a la obra. Rompiendo con la estructura del teatro clásico, crea obras que suelen ser cuadros, donde perfectamente podemos alterar el orden de los mismos, pues son un todo, por la parte y por el conjunto (Brecht, 1963; Jameson, 2013).
El autor de Galileo, permite entre líneas, dilucidar su condena a la clase “burguesa” o nueva aristocracia del dinero, que domina el occidente, y que es funcional a sus intereses clasistas, al decir de Hauser; más conservadores de las costumbres, que los propios aristócratas. El afán de posesión corroe al ser humano, es así como, el científico en su afán por conseguir dinero urde una estafa, la del monóculo, para obtener dinero:
Galilei: Construí uno mucho mejor para esos tacaños de la Señoría (…) Y Virginia va a necesitar pronto un ajuar (…) Y además, me gustaría comprar libros, no sólo de física, y me gusta comer como es debido. Las buenas ideas casi siempre me surgen cuando como bien  (Brecht: 28).
Brecht desnuda que el auge cientificista funda sus motivos en la avidez de dinero que poseen los “nuevos ricos”, hecho que avasalla a la Iglesia Católica Romana respecto del sostenimiento de sus creencias, y que la hace enfrentarse con los cambios culturales que provocan los inventos[5]; pero la Iglesia también apoya los sucesos científicos que produce el nuevo orden, embarcándose en las nuevas empresas, movida por el interés de Ganancia que le prometen (Hauser, 2009).
Vanni, de oficio fundidor, está de visita en la Santa Sede cuando se encuentra con Galilei, al que le dice:
 nosotros… los de la manufactura, estamos de su parte… no soy un hombre que sabe mucho de estrellas, pero para mí usted es el hombre que lucha por la libertad de poder enseñar cosas nuevas... ¿Sabe que en Amsterdam y en Londres tienen mercados de dinero?... Aquí ni siquiera tenemos libertad para hacer dinero. ¡Se está contra la fundición de hierro, porque se opina que tener demasiados obreros en un lugar fomenta la inmoralidad!  (Brecht: 98- 99).
Desde una interpretación hermenéutica[6] de la obra Vida de Galileo Galilei, se puede situar el posicionamiento de Brecht contra la clase burguesa, pues, el autor denuncia el hecho de la supuesta lucha “libertaria” de Vanni e incluso la del propio Galileo; quienes por sostener sus propios intereses, dejan fuera de los nuevos conocimientos al pueblo/comunidad, que continúa viviendo según el viejo paradigma ptolomeico, y bajo las directrices eclesiásticas.
Durante una conversación[7] de Galilei con el pequeño monje, éste último sienta las bases argumentales, de por qué, se debe sostener la ciencia de Ptolomeo:
Permítame que le hable de mí. Crecí en la Campania, como hijo de campesino. Son gente sencilla…  ¡Que diría mi gente, si se enterara por usted que se encuentran sobre una pequeña piedrecita!... ¿Para qué sirve o es necesaria entonces toda esa paciencia, esa conformidad con su miseria? ¿Para qué sirven aún las sagradas escrituras, que lo explican todo y que fundamentan todo como necesario: el sudor, la paciencia, el hambre, el sometimiento? (Brecht: 73- 74).

La interpretación hermenéutica crítica se trata de un acto dirigido a comprender/reflexionar sobre un hecho artístico/cultural/histórico, suele suceder a posteriori del mismo, y se da a través de la praxis humana. Los sujetos y los objetos son contenidos de modo dialéctico dentro de dicha praxis, sujeto y objeto están siempre conectados, lo que genera el conocimiento, en el que ambos son transformados. En palabras de Habermas:
La Comprensión surge primeramente dentro del círculo de intereses de la vida práctica…” (Habermas, p 181). “La comprensión hermenéutica se dirige por su estructura misma a garantizar, dentro de las tradiciones culturales, una posible autocomprensión orientada de la acción de los individuos y grupos, y una comprensión recíproca entre individuos y grupos, con tradiciones culturales distintas. Hace posible la forma de un consenso sin coerciones y el tipo de intersubjetividad discontinua, de los que depende la acción comunicativa. De este modo se elimina el peligro de una ruptura de la comunicación en ambas direcciones…Si estas corrientes de comunicación se interrumpen y la intersubjetividad de la comprensión se hace rígida o se derrumba, queda destruida una posibilidad de supervivencia… es decir la posibilidad de acuerdo sin coerción y de reconocimiento sin violencia. Dado que esta condición es el presupuesto de la llamada praxis, llamamos práctico al interés rector del conocimiento de las ciencias del espíritu. Se distingue del interés cognoscitivo técnico porque no está dirigido a aprehender una realidad objetivada, sino a salvaguardar la intersubjetividad de una comprensión, sólo en cuyo horizonte puede la realidad aparecer como algo (Habermas: 182-183).


Bibliografía 

Bachelard Gastón, La filosofía del no. Ensayo de una filosofía del nuevo espíritu científico, Buenos Aires, Amorrortu, 1970.
Bachelard Gastón, La formación del espíritu científico, Ciudad de México, Siglo veintiuno editores, 2000.
Brecht Bertol, Vida de Galileo Galilei, La Habana, Editorial Arte y Literatura, 1981.
Brech Bertol, Breviario de estética Teatral, Buenos Aires, La Rosa Blindada, 1963.
Chalmers Alan, Esa cosa llamada ciencia, Ciudad de México, Siglo Veintiuno Editores, 1990.
Espasa Calpe, Gran Enciclopedia Universal, Buenos Aires, Grupo Editorial Planeta, 2005.
Habermas Jürgen, Conocimiento e interés, Buenos Aires, Taurus, 1990.
Hauser Arnold, Historia de la Literatura y el Arte, Tomo I, Madrid, Guadarrama, 2009.
Jameson Fredric, Brecht y el método, Buenos Aires, Ediciones Manantial S.R.L., 2013.
Kuhn Thomas, La estructura de las revoluciones científicas, Ciudad de México, Fondo de Cultura Económica, 1981.
Lores Arnaiz María, Hacia una epistemología de las ciencias humanas, Buenos Aires, De Belgrano, 1986.
Morin Edgar, Introducción al pensamiento complejo, Barcelona, Gedisa, 2005.
Piaget Jean, Tratado de lógica y conocimiento científico, Buenos Aires, Paidós,  1979.
Rorty Richard, La filosofía y el espejo de la naturaleza, Madrid, Cátedra, 1983.
Samaja Juan, Epistemología y Metodología, Buenos Aires, Eudeba, 2003.
Schnitman Dora, Nuevos paradigmas, Cultura y Subjetividad, Buenos Aires, Paidos, 1998.
Thuillier Pierre, La manipulación de la ciencia, Madrid, Fundamentos, 1975.
Willett John, El teatro de Bertol Brecht, Buenos Aires, Montone S. A., 1963.
 

Véase también:

Película basada en la obra Galileo de Brecht: https://www.youtube.com/watch?v=_w1I_2RsH-c
Documental basado en la vida de Galileo Galilei: https://www.youtube.com/watch?v=i75YgxHhJ3E
Sinopsis de la puesta teatral Galileo en Argentina: http://www.alternativateatral.com/obra9297-galileo-galilei



[1] Se le ha denominado círculo hermenéutico… el aparente círculo surge solo porque los objetos de las ciencias del espíritu gozan de un peculiar status doble: los contenidos de significado objetivados, transmitidos en palabras y acciones, a los que se dirige la comprensión hermenéutica son a la vez símbolos y hechos… la comprensión debe unir el análisis lingüístico con la experiencia (Habermas, 1990: 178).
 
[2] Entendemos por paradigma, una sistematización que permita poner de relieve ciertos núcleos de una determinada concepción del hombre, de la estructura social, de la naturaleza y sus interacciones; ciertas actitudes que acompañan a esas concepciones; ciertas formas de conceptualizar y ciertos métodos y criterios considerados como o ; ciertos estilos de relación interpersonal dentro y por medio de los cuales se asumirían tales actitudes y se ejemplificarían esas concepciones; ciertos estilos institucionales de ponerlas en práctica y ciertas ideas acerca de la formación correspondiente a las personas que pueden sustentar tales concepciones (Lores Arnaiz: 200).
 
[3] En esta historia humana, abierta a las contingencias y la creatividad de los pueblos, se van construyendo sistemas normativos (…) se estabilizan como Ideales que dirigen las acciones y las conciencias (…) se establecen como el Derecho natural de cada pueblo (Samaja: 63 y 64).
 
[4] Para Karl Marx (1818-1883) “…la naturaleza no puede ser concebida como lo otro del espíritu (…) cuando habla de hombre como ente objetivo no lo hace en sentido antropológico, sino gnoseológico: la parte activa que el idealismo había desarrollado, en oposición al materialismo, debe ser comprendida materialistamente (…) el objeto, la realidad, la sensorialidad, se han entendido sólo bajo la forma de un objeto o una intuición; pero no cómo una actividad humana sensible, no como una praxis (…) Marx entiende la realidad objetiva, por una parte, como realización trascendental (…) por otra parte, se ve esta realización trascendental como enraizada en los procesos reales de trabajo (…) El trabajo es, en primer lugar, un proceso entre el hombre y la naturaleza, un proceso en el que el hombre media, regula y controla su metabolismo con la naturaleza (…) precisamente, porque la naturaleza se constituye naturaleza objetiva para nosotros (Habermas: 33-35).
No existe verdad absoluta e inmutable, siguiendo de este modo en él, el pensamiento de Heráclito (535-484 a.C.). La dialéctica que aplica en la historia humana, es la de la lucha de clases, introduciendo el concepto de transformación. Para Marx la ciencia avanza por rupturas o discontinuidades.
 
[5] Se puede emplear el término paradigma en dos sentidos: por una parte, significa toda la constelación de creencias, valores, técnicas, etc., que comparten los miembros de una comunidad dada. Por otra parte, denota una especie de elemento de tal constelación, las concretas soluciones de problemas que, empleadas como modelos o ejemplos, pueden reemplazar reglas explícitas como base de la solución de los problemas restantes de las ciencias (Kuhn: 269).
 
[6] Hans Gadamer (1900-2002) fundador de la Escuela Hermenéutica  coloca la interpretación, como un proceso que puede prolongarse al infinito. Sostiene que la conciencia es un efecto de la historia, estamos insertos plenamente en la cultura e historia de nuestro tiempo y lugar y, por ello, plenamente formados por ellas. La hermenéutica es, al mismo tiempo, una forma de experiencia y análisis gramatical (Habermas: 169).
El sujeto conoce los objetos de conocimiento, los modifica y se modifica a sí mismo. Lo que busca estudiar la hermenéutica es la producción de sentidos, que es dada por los sujetos, oponiéndose a la naturalización (justificación) de los hechos sociales.
 
[7] La idea de la cultura como una conversación, más que como una estructura levantada sobre unos fundamentos encaja bien con este idea hermenéutica del conocimiento, pues entrar en conversación con desconocidos es, igual que la adquisición de una nueva virtud o destreza (…)  La hermenéutica ve las relaciones entre varios discursos como los cabos dentro de una posible conversación, conversación que no presupone ninguna matriz disciplinaria de uno de los hablantes, pero donde nunca se pierde la esperanza de llegar a un acuerdo mientras dure la conversación (Rorty: 289-291).

1 comentario:

  1. Aluminum Alloy Wheels & T-Shirts - Titanium-Arts.com
    T-Shirts featuring T-Shirt titanium nose hoop · T-Shirt best titanium flat iron Type: T-Shirt · T-Shirt Type: titanium athletics T-Shirt · T-Shirt titanium wheels Type: T-Shirt · T-Shirt Type: T-Shirt titanium 200 welder

    ResponderBorrar