martes, 21 de noviembre de 2017


Interpretación de un fragmento del film “Las  Alas del Deseo” de Wim Wenders.

Memoria frente al genocidio.

 El caso es el mundo.

1 Arte, memoria y horror

El enfoque semiótico del campo artístico nos ofrece una alternativa para el análisis crítico de nuestro entorno cultural(n1).
   El film “Las alas del deseo” de Wim Wenders (n 2), se sitúa en una Berlín laberíntica, los personajes ángeles están capacitados para escuchar los pensamientos ajenos, lo que hace posible que puedan percibir “el existir del otro”. Esta es la motivación que alienta a uno de ellos, Daniel, a buscar algo más, a adentrarse en lo desconocido. El marco filosófico propuesto es el existencialismo(n3) de la postguerra de 1945.
   No es interés de este trabajo investigativo entrar en debate acerca del pensamiento existencialista, tampoco hacer una reseña histórica del cine, sino analizar la problemática sobre la memoria, inserta dentro del film.

Dentro del espacio inmenso del análisis ocupo mi pequeño lugar (…) me dedico a estudiar los textos que tienen más fuerza y sentido para una comunidad (…) lo que me interesa más es la escenificación, la escena que estamos construyendo a través de la propia palabra, porque un discurso (…) es siempre al mismo tiempo un cuadro y un proceso (…) -¿cómo observó la dinámica entre la crítica y el arte? (…) es ese fenómeno de lo que llamo un  "cuadro hermenéutico", es decir que son obras, productos , textos que se construyen a través de un campo (…) a través de su posicionamiento, construyen una identidad enunciativa que no es la identidad social banal, es una identidad propia del campo al cual se inscriben (… ) ese campo es un campo social. (UNA, Maingueneau)
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La cámara toma un plano de un grupo de adultos, jóvenes y de niños en la biblioteca (min. 16 a 18 del film). La igualdad y uniformidad de las construcciones modernas, mezcladas con la individualidad del existir, donde cada uno está “movido” por sus propias circunstancias internas y externas, de ese instante(n 3). Daniel intenta conectarse con esas fuentes de saber y sentir; fuentes que se construyen en proceso dialéctico histórico de la Memoria colectiva activa, el ahora, y el hacia dónde vamos. (UTN, Melich Sangrá)

En las ciencias del hombre, los procesos de la ilimitada semiosis permiten hoy pensar los recorridos de un sentido que huye, especialmente en el arte. Inalcanzable nunca definitivamente dado y capturado (…) En relación sígnica, la modelización tríadica peirceana postula necesarias y renovadas mediaciones que suscitan automáticamente interpretaciones siempre nuevas. (Ravera, 2012: 126) Mediante ese dinamismo triádico, Eco postula (…) un proceso de ilimitada semiosis, de inacabada, infinita dialéctica de presencias y ausencias. (Ravera, ob. cit.: p 98)

Un anciano que no encaja con el sistema consumista, conserva su memoria intacta (min. 20:47 a 22 del film). Aún vive, en la poesía (min 39 del film); su nombre es Homero, cómo el de aquel primer poeta de la antigüedad griega (véase Hauser, 2009).
   El poeta sólo piensa en el día a día, sus héroes no son reyes ni guerreros (en alusión a la historia de los tres Reich y otra vez a la poesía homérica)... sino el símbolo de la paz. (min 39:35 a 39:50 del film).
   Las imágenes de la muerte y devastación de la guerra están muy presentes, en la mente de Homero y en el imaginario colectivo, que intenta desesperadamente olvidar.
   Planos de cadáveres mutilados, apilados, putrefactos… Homero, para sí mismo: las cebollas son igualesHasta ahora nadie ha cantado una epopeya de la paz. Está cansado, pero si la humanidad lo pierde; entonces quedará sin infancia. (min 39.50 a 40:42 del film).
   Llega hacia la zona del muro, recordando cómo  era antes…

La competencia para abarcar el campo extendido de las prácticas productoras de significado cultural a partir de la mediación comunicativa principal de la visualidad requiere en concurso transversal de una constelación de disciplinas necesariamente abierta y desplegada de un régimen de cooperación-confrontación interdisciplinar (…) Puesto que hablamos de prácticas sociales y de comunicación que, más allá de su definición sistematizada en marcos disciplinares cerrados, abarcan y proyectan una multitud de significantes (de orden político, social, psicológico, moral, antropológico, económico, perceptual, semiótico…) parece adecuado reclamar un abordaje igualmente poliédrico, multidimensional y mestizo por parte de la crítica cultural que ocupándose de ellos aspire a aportar resultados (…) en su hermenéutica contemporánea.” (UNR, Brea: 14,15)

Hipótesis.
Tengo que contar esto.

La hipótesis está basada en la necesidad de la memoria, categoría observada en el fragmento seleccionado del film, que permite la situacionalidad, como capacidad del humano, y fuente de conocimiento y resguardo; frente al horror y el olvido.

Lo que es el caso, en el mundo, es de lo que el arte es parte, así como de lo que el arte trata. En este sentido ciertamente amplio, todo arte, parece, participa de lo político. (UNR, Bal: 41)

 
Fundamentación de la elección del problema.
¿Memoria para qué?

La fundamentación de la presente investigación se encuentra en la necesidad de recordar el horror, todos los horrores; para que nunca más ocurran.

Y lo que entonces había imaginado era mucho menos horrible que la realidad (…) El verdadero amo esperaba, sonriendo petulante, seguro ya de la obra; no era el primero que mandaba (…) a traerle los prisioneros (…) Entonces tengo que escribir. Uno de todos nosotros tiene que escribir, si es que esto va a ser contado (...) De repente me pregunto por qué tengo que contar esto, pero si uno empezara a preguntarse por qué hace todo lo que hace. (Cortázar, 1994)

 Surgen categorías tales como: espectador, intérprete, obra, individualismo, colectividad, política, comunicación, relación, cultura, situación y situado, diálogo, exterminio, olvido, memoria, y muchas más.

 La plaza desaparecida.
Contexto histórico.
 

El estudio de los signos es antiguo (…) el tema central, de nuestra cultural actual, el de la comunicación (…) No sólo comunicamos mediante el lenguaje, sino por el gesto, el vestido, la moda, la cocina, y también el arte. Es posible entonces formular la hipótesis de que la vida entera de la cultura consista en sistemas de signos. (Ravera, ob. cit.: 299).

Un dato no menor, del fragmento del film que se analizará, es que apenas rueda la escena, sobre el muro, dentro de una gran letra “d” pintada con estilo grafiti, aparece el año 1986, referencia al tiempo en el que viven los personajes; que es la propia contemporaneidad. No es casualidad, que dicho número entre en escena, luego que el personaje Homero anuncie: “No puedo encontrar el Postdamer Platz(n4) (min. 40:51).

“Esta vez no soy yo quién va a buscarlo (…) es él quién sale de la escena como una flecha y viene a punzarme (…) elemento que viene a perturbar el Studium (…) Punctum es también; pinchazo, agujerito, pequeña mancha, pequeño corte (…) El Punctum de una foto es ese azar que en ella me despunta (pero que también me lastima, me punza). (Barthes, 1990: 64, 65)

A más de 40 años del fin de la 2° guerra mundial, dicha plaza, aún se halla en situación de abandono, punctum que lastima la memoria y el sentimiento de humanidad.
El hombre post guerra fría, encuentra su vida cotidiana cargada de signos existencialistas, pues los conceptos postulados han bajado a la sociedad producto del expansionismo tecnológico.
Muchas de sus expresiones artísticas como el absurdo reinan, claro que todo está adaptado a la constitución de ser que pretende configurar el “poder” dominante; en ese sentido el arte no ha podido romper el cerco, excepto contadas situaciones (Parker, 1973).
Esta investigación sostiene que es el caso de la película, haber logrado saltar el cerco.

 La crítica Marxista de los Derechos del Hombre mostrando al egoísta burgués como la realidad del ciudadano demócrata se recicla para reflejar que el es la realidad de la democracia. (UNR, Ranciere: 86)
 
Daniel, el ángel, siente inquietud (lo que Heidegger llamará “ansia de poder”), Wenders la refleja en el deseo de Daniel de un querer más, de un no conformarse con la realidad que le ha tocado vivir; querer y poder cambiar dicha circunstancia, es decir su ser-ahora, su ser-aquí; este hecho lo lleva  a modificar su propia historia, que es la de toda la humanidad, en tanto constituido como ser, pone en funcionamiento las fuerzas dialécticas de la sociedad, que posibilitarán los cambios.
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Una vía para reconstruir la situación inicial a la cual la obra es de alguna manera una respuesta, es mediante un énfasis de la materia prima, en el contenido inicial que la obra confronta, reelabora, transforma y se apropia. (Jameson, 1991: 23)

Por tal motivo, fue seleccionado el fragmento del film, donde la memoria, en boca del personaje Homero, juega el rol fundamental de reconstructora del horror del genocidio. Sutilmente Wenders recrea lo vivido, desde la memoria de los que estuvieron y sufrieron el horror. Sus personajes oponen resistencia a someterse a aquello que dice Ranciere (ob. cit.):

Últimamente la lógica de la denuncia se ha invertido completamente. Antes señalaba cómo la máquina capitalista engañaba a aquellos que se sometían a su poder. Ahora nos dice que el imperio de la máquina capitalista es sólo el producto del deseo frenético de esos individuos de consumir todavía más productos, espectáculos y formas de disfrute personal. La culpabilidad del sistema se ha convertido en la culpabilidad de los individuos que están sujetos a él. Se dice por tanto, que el capitalismo no es nada más que el reino de un individualismo de masas o de un individualismo democrático. (86).

En el comienzo de la película, vemos escenas de hombres y mujeres, aislados en sus departamentos que son curiosamente construcciones múltiples, silenciados frente a las máquinas, las cuales en algunas ocasiones parecen emitir sonidos por ellos (min 6:22, 7:30, 7:40, 8:20); otro  indicio del silencio, los extras del film de la 2° guerra mundial que se filma dentro del film, sólo hablan con sus propios pensamientos, aguardan pacientemente sentados su turno, algunos llevan la estrella amarilla en sus solapas (min 51:50 a 53:30).

El individualismo, que toma la multiplicidad como punto de partida, es incapaz de hacer frente a la actual naturaleza plural del mundo social, con lo que es el caso. La hipótesis de la libertad individual es de hecho una grave limitación de la multiplicidad. La represión de grupos de identidades en nombre de lo individual genera un fácil deslizamiento al consenso, o peor, a la dictadura. (Bal, ob. cit.: 44, 45)

 
“No encuentro el Potsdamer Platz”.

 
“Umberto Eco afirma: (…) Esencialmente dinámicos, los mecanismos aludidos distan mucho de establecer una dirección lineal (…) ofreciendo en cambio una clave esencial para esclarecer la singular movilidad, las discontinuidades y rupturas del fenómeno artístico.” (Ravera, ob. cit.: 94)

Avanza el anciano sobre las ruinas de la otrora plaza, símbolo del auge del pensamiento burgués, a su lado camina Cassiel, quién nunca logrará ser transformado. Como horizonte del plano, edificios, y casi sobre las cabezas de Homero y el ángel, las concavidades enfrentadas, que nunca se encuentran, del muro y una pasarela utilizada como peatonal, simbolizan los opuestos del pensamiento político de la postguerra fría (Carpio, 2004).

La hermenéutica ve las relaciones entre varios discursos como los cabos dentro de una posible conversación, conversación que no presupone ninguna matriz disciplinaria de uno de los hablantes, pero donde nunca se pierde la esperanza de llegar a un acuerdo mientras dure la conversación. (Rorty, 1983: 289)

·         Homero: ¿Es aquí? No puede ser aquí. Potsdamer Platz. Ahí estaba el café Josti. Por las tardes, iba a charlar, a tomar un café y a mirar a la gente, tras haber fumado mi cigarro en Löhse y Wolff, el conocido tabaquero. Justo por aquí. (min 40:50 a 41:30)

 Homero mira a ambos lados, confrontando memoria con imagen en tiempo real, de la otrora plaza queda la nada; en este caso el vacío o desolación de aquel espacio sitiado.

El espectador se siente irresistiblemente forzado a buscar en la fotografía la chispita minúscula del azar, de aquí y ahora, con que la realidad a chamuscado por así decirlo su carácter de imagen, a encontrar el lugar inaparente en el cual, en una determinada manera de ser de ese minuto que paso hace ya tiempo, anida hoy el futuro y tan elocuentemente que, mirando hacia atrás, podremos descubrirlo. (Benjamin)

 Frente al relato del pasado vívido, podemos afirmar que Wenders, opone el silencio de la realidad actual, para provocar en el espectador, aquello que señala Jameson, en su acertada interpretación del cuadro de Munch:

el grito (…) aunque sutil, deconstruye su propia estética de la expresión, al tiempo que permanece aprisionado en la misma. Su contenido gestual subraya su propio fracaso, dado que el reino de lo sonoro, del grito, de las desacompasadas vibraciones de la garganta humana, resultan incompatibles con la manifestación escogida (…) No obstante; el grito ausente se aproxima más a la aún más ausente experiencia de soledad y ansiedad atroces que el grito debía "expresar". (Jameson, ob. cit.: 30)
 
 
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Algo similar ocurre con la fotografía, más en éste caso la incompatibilidad surge de la representación de plano tridimensional de la realidad, al bidimensional que permite el papel, existe una limitación impuesta a nuestro querer hacer, nos dice Cortázar; el fotógrafo opera siempre como una permutación de su manera personal de ver el mundo por otra que la cámara le impone insidiosa, sin embargo nos entrena a una nueva manera de ver culturalmente; sacar fotografías, actividad que debería enseñarse tempranamente a los niños pues exige disciplina, educación estética, buen ojo y dedos seguros (Cortázar, ob. cit.).
Su fin, de la fotografía y el cine (podríamos incluirlo ya que nace del cuadro a cuadro proyectado) sería: Hacer las cosas más próximas a nosotros mismos, acercarlas a las mazas (…) Día a día, cobra una vigencia más irrecusable la necesidad de adueñarse del objeto en la proximidad más cercana (Benjamin, ob. cit.).
Dichas aproximaciones o cercanías que siente el espectador, ayudan a transformarlo en algo más que un simple expectante, para ser un intérprete auténtico de la obra, así, aparece su visión o lo que  Barthes llama el Studium, que ayuda a echar luz sobre qué es lo que se está viendo; conductas que pueden describirse cómo hermenéuticas, en el sentido de que la obra en su forma inerte, de objeto, es tomada como clave o síntoma de una realidad más vasta que la reemplaza cómo su verdad última. (Jameson, ob. cit.: 25)
·         Homero: Esto no puede ser Potsdamer Platz. (min 41:20)
Toma de frente del anciano parado y el ángel que lo sigue con gesto contenedor, se observa en el plano trasero el muro cortando el horizonte. Cuando comienzan a desplazarse hacia la cámara, se abre de a poco el plano, por donde van asomando los edificios que circunscriben la plaza. El ojo intérprete-espectador en su andar, acompañando la caminata de Homero obliga a ver la desolación de la otrora célebre Potsdamer Platz.

La extensión de un campo, que yo percibo bastante familiarmente en función de mi saber, de mi cultura (…) remite siempre a una información clásica (…) por estas fotos puedo sentir desde luego una especie de interés general (…) pero cuya emoción es impulsada racionalmente por una cultura moral y política (…) Por medio del Studium me intereso por muchas fotografías, ya sea porque las recibo como testimonios políticos, ya sea porque las saboreo como cuadros históricos.” (Barthes, ob. cit.,: 63)

Se trata en el fragmento del film, sin más, del muro y de la plaza desaparecida.

·         Homero: Y no hay a quién preguntarle. Era un lugar lleno de vida.(min 41:20 a 41:48)

Las imágenes seleccionadas para esta frase del relato, según el propio Wim Wenders ha afirmado, fueron tomadas de fotos originales de la época; se trata de una reconstrucción histórica de los edificios que rodeaban la plaza, derruidos como quedaron, luego de la guerra de 1945.
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Preguntémonos cuando la verdad se muestra expresamente, cuando se nos revela. Ello ocurre, sin duda, cuando el conocimiento (la proposición) se acredita como verdadero; cuando se lo comprueba, entonces se muestra la verdad de lo afirmado. Sea la proposición: "el cuadro colgado en la pared está torcido" , proposición que enunciamos sin ver el cuadro. La verdad de esta afirmación se acredita o comprueba dirigiendo la vista al cuadro y percibiéndolo: éste en efecto está torcido. ¿Y qué se comprueba? (…) lo que se comprueba es que la proposición muestra al ente “tal como es en sí mismo”. (Carpio, 2004: 421)

·         Homero: Tranvías, carros tirados por caballos y dos autos, el mío y el de la tienda de chocolates. También estaba la tienda Wertheim. Y luego de pronto, aparecieron las banderas. Allí. Todo el Platz estaba lleno de ellas. Y la gente ya no era amigable como antes. Y la policía, tampoco. No me rendiré hasta que no encuentre el Potsdamer Platz. (min 41:49 a 42:40)

He aquí el ejemplo de una escritura cuya función ya no es sólo comunicar o expresar, sino imponer más allá del lenguaje que es, la Historia y la posición que se toma frente a ella. (Barthes, 2015: 11)
 

No me rendiré hasta no encontrar el Potsdamer Platz. 

En esta historia humana, abierta a las contingencias y la creatividad de los pueblos, se van construyendo sistemas (…) se estabilizan como Ideales que dirigen las acciones y las conciencias… se establecen como el Derecho natural de cada pueblo. (Samaja, 2003: 63, 64).
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La interpretación hermenéutica crítica abre un campo inmenso para el planteo de interrogantes, algunos serán investigados, y otros no. Sería imposible abarcar todos los aspectos a los que remite el fragmento de película seleccionado, el cual se tituló: No encuentro el Potsdamer Platz. Apenas unos minutos del film que propone Wim Wenders, tan intenso, invita a páginas enteras de comentarios, sumados a otros que restan producirse, a partir de la lectura de éste texto, por algún otro intérprete.

Hoy hablar sobre el arte significará abordar una franja de experiencia donde pueden verificarse hipótesis formuladas en otras áreas de conocimiento, que exceden ese campo (…) No son sólo indagaciones de quienes -sean filósofos, estetas, artistas, críticos, especialistas, "entendidos" o quienes fueren- buscan de una manera o de otra analizar, comprender, explicar, total o parcialmente, e interpretar obras de arte.” (Ravera, ob. cit.: 119)

Se puede aplicar al análisis de la imagen de cine, las categorías para analizar la fotografía que señala Barthes en su libro La cámara lúcida:

El operator es el fotógrafo. Spectator somos los que compulsamos (…) Y aquel o aquella que es fotografiado es el blanco, el referente, una especie de pequeño simulacro, de eidólon(n6) emitido por el objeto, que yo lo llamaría de buen grado el Spectrum de la fotografía porque esta palabra mantiene a través de su raíz una relación con "espectáculo"  y le añade ese algo terrible que hay en toda fotografía: el retorno de lo muerto.” (Barthes, 1990: 38, 39)

·         Homero: No me rendiré hasta no encontrar el Potsdamer Platz.
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 “Un personaje proustiano se condensa en la opacidad de un lenguaje particular y, en ese nivel, se entrega y ordena toda su situación histórica: su profesión, su clase, su fortuna, su herencia, su biología” … “Durante esos momentos en que el escritor sigue los lenguajes realmente hablados, no como una reproducción pintoresca sino como objetos esenciales que agotan el contenido de la sociedad, la escritura toma como espacio real de sus reflejos la palabra real de los hombres; la literatura ya no es orgullo o refugio, comienza a convertirse en acto lúcido de información.” (Barthes, ob. cit. b: 61)

·         Homero: No me rendiré hasta no encontrar el Potsdamer Platz.

Homero está parado en un sector de la plaza en donde la maleza ha crecido, hasta llegar a la altura de la cintura, encuentra un sillón típico de clase media de una plaza, símil aquellos que se utilizan para momentos de ocio frente al televisor; se sienta, desde ese lugar la hierba casi lo invisibiliza. Aquí se presenta una confrontación (escritura-imagen), entre la palabra y la acción, es en este punto donde Homero parece agobiado, justo cuando sus palabras cobran más sentido con su trayecto de vida; la memoria.
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Los viejos iusnaturalistas desconfiaban -y no estaban del todo errados- del consenso general como fundamento del derecho natural, porque era difícil de comprobar. Era necesario buscar los documentos probatorios a través de la inquieta y oscura historia de las naciones, como intentará hacerlo Giambattista Vico(n7). Pero ahora ese documento existe: ha sido aprobado por 48 estados el 10 de diciembre de 1948 en la Asamblea General de las Naciones Unidas (…) Sólo después de la Declaración podemos tener la certeza histórica de  que la humanidad, toda la humanidad, comparte algunos valores comunes. (Bobbio, 1998: 132, 133)

Se refiere a la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.

La idea de la cultura como una conversación (…) encaja bien con esta idea hermenéutica del conocimiento, pues entrar en conversación con desconocidos es, igual que la adquisición de una nueva virtud o destreza. (Rorty, ob. cit.: 291)

Cassiel, el ángel, no puede ser visto por Homero. Representa en la escena, el otro, lo desconocido, lo que nunca terminamos de conocer, pues cada vez que se cree saber cómo es, la otredad cambia, y obliga a un nuevo re-conocimiento:

Me parece que tendríamos que abandonar de algún modo la idea de que puedo entender al otro, sin duda es una paradoja, porque si quiero tratar del otro no puedo hacerlo si no lo entiendo, pero si lo entiendo deja de ser otro. De ahí que sea necesario mantener una tensión irresoluble entre ambas dimensiones (…) Por lo general, desconfío de , porque en el fondo me parece que son políticas de la "buena conciencia"  (…) es necesario sospechar de las políticas, incluso de las llamadas democráticas, en las que se considera que se habita en un final de trayecto en que el "otro" estará totalmente integrado y en el que todo el mundo tiene su espacio, su tiempo y su palabra, en el que todos y todas están reconocidos. (Mélich Sangrá, La tela de la araña: 27).

Homero sentado, rememora: ¿Dónde están mis héroes? ¿Dónde están, hijos míos? ¿Dónde están mis pares, los curiosos, los primeros, los originales? (min 43:05).

Cassiel lo observa extrañado, sin “sentir” el agobio del anciano, que parece desvanecerse, pero finalmente continúa: Nómbrame, musa, al cantante inmortal que, abandonado por los que lo escuchaban perdió la voz. Cuando finaliza las últimas palabras, la cámara enfoca por primera vez la vista de frente que tiene Homero desde su sillón; el plano con la cámara baja, hace aún más grandes las malezas, que son altas, recorta el horizonte delante de la vista del anciano la pasarela del oeste y al fondo el muro del este.

Por camino bloqueado entiendo un camino sin salida, que no conduce a la meta propuesta y como tal debe ser abandonado. (Bobbio, ob. cit.: 25).
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A casi 30 años del film de Wenders y 70 años de la 2° guerra mundial, el muro es un recuerdo de la guerra y el horror, así como lo son los campos de concentración; sin embargo, a pesar del duro aprendizaje, persisten las acciones violentas llevadas a cabo por diferentes grupos de poder o Estados.
Se trata de planificaciones sistemáticas que violan los Derechos Humanos de grupos generalmente minoritarios, en Argentina se conoce de tales acciones, perpetradas por la Junta Militar que actuó durante el período 1976-1983, bajo el plan denominado Proceso de Reorganización Nacional, el cual no significo otra cosa que el exterminio y desaparición de más de 30.000 personas, y más de 400 bebés nacidos en cautiverio de los cuales aún se desconoce el paradero de la mayoría.

De la enorme documentación recogida por nosotros se infiere que los derechos humanos fueron violados en forma orgánica y estatal por la represión de las Fuerzas Armadas (…) De este modo, en nombre de la seguridad nacional, miles y miles de seres humanos, generalmente jóvenes y hasta adolescentes, pasaron a integrar una categoría tétrica y fantasmal: la de los Desaparecidos. Palabra - ¡triste privilegio argentino! - que hoy se escribe en castellano en toda la prensa del mundo. (CONADEP, Nunca más)

Pruebas de los crímenes aberrantes, son los testimonios recogidos:

En la denuncia por la desaparición de Simón Antonio Riquelo (Legajo N° 7143) la madre relata del siguiente modo el secuestro de su hijo: "El 13 de julio de 1976, entre las 23 y 23.30 horas, golpearon fuertemente la puerta de mi domicilio en el Barrio de Belgrano, en esta Capital. En ese momento me encontraba terminándole de dar el pecho a mi hijo Simón. Forzaron la puerta y entraron entre 10 y 15 personas vestidas de civil, pero que se identificaron como miembros del Ejército Argentino y del Ejército Uruguayo. Uno de los oficiales se presentó como el mayor Gavazzo, del Ejército Uruguayo. Encontraron material escrito del cual surgió que yo trabajaba por la causa de la libertad en Uruguay; entonces comenzaron a torturarme y a interrogarme. Cuando me sacaron de la casa les pregunté qué iba a ocurrir con el niño. Me responden que no debía preocuparme, que el niño se iba a quedar con ellos, y que esta guerra no es contra los niños. Esa fue la última vez que vi a Simón y que tengo noticias de él"   (CONADEP, ob. cit., Secuestros en presencia de niños).

La película de Wenders, finaliza con una frase esperanzadora: “Estamos embarcados”.
Ahora, se puede afirmar: con la Memoria intacta.
Aún quedan historias por contar.
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La ciencia es la introducción de un nuevo paradigma. (Rorty, ob. cit.: 291)

 
Bibliografía

 

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Barthes R. (2015) El grado cero de la escritura y Nuevos ensayos críticos, trad. Nicolás Rosa y Patricia Wilson. Buenos Aires. Siglo Veintiuno Editores.

Benjamin Walter: Pequeña historia de la fotografía. Disponible en: http://logoiiuv.tripod.com/sitebuildercontent/sitebuilderfiles/walterbenjamin.pdf

Bobbio N. (1998). El problema de la guerra y las vías de la paz, trad. Jorge Binaghi. Barcelona. Altaya.

Carpio A (2004). Principios de filosofía: introducción a su problemática. Buenos Aires. Gauco. También disponible en: https://tangoyfilo.files.wordpress.com/2010/11/manual-de-filosofia-carpio.pdf

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También disponible en: http://biblio3.url.edu.gt/Libros/Cortazar/babas.pdf

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También disponible en: http://old.liccom.edu.uy/bedelia/cursos/semiotica/textos/jameson_posmodernismo-.pdf

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Ravera R. (2012) Estética y semiótica. Rosario. Fundación A. Ross.

Rorty R. (1983). La filosofía y el espejo de la naturaleza. Madrid. Cátedra.

Samaja J. (2003). Epistemología y Metodología. Buenos Aires. Eudeba.

Universidad Nacional de las Artes, Área transdepartamental de críticas de Arte, Dominique Maingueneau: El arte, un discurso constituyente, 3 de diciembre de 2012. Disponible en: http://infouniversidades.siu.edu.ar/noticia.php?titulo=maingueneau:_%93el_arte,_un_discurso_constituyente%94&id=1770

Universidad Nacional de Rosario, Facultad de Humanidades y artes, Bal Mieke: Arte para lo político, Rev. Estudios visuales, Caballero Mónica, Material del seminario de Estética dictado el 14, 15 y 16 de agosto del 2014. Disponible en: http://estudiosvisuales.net/revista/pdf/num7/03_bal.pdf

Universidad Nacional de Rosario, Facultad de Humanidades y artes, Brea José: Estética. Estudio del arte, Rev. Estudios visuales, Caballero Mónica, Material del seminario de Estética dictado el 14, 15 y 16 de agosto del 2014. Disponible en: http://www.estudiosvisuales.net/revista/pdf/num3/brea_estetica.pdf

Universidad Nacional de Rosario, Facultad de Humanidades y artes, Rancieri Jaques: Sobre la importancia de la Teoría Crítica para los movimientos sociales actuales, Trad. García Casado, Rev. Estudios visuales, Caballero Mónica, Material del seminario de Estética dictado el 14, 15 y 16 de agosto del 2014. Disponible en: http://estudiosvisuales.net/revista/pdf/num7/05_ranciere.pdf

Universidad Tecnológica Nacional, Veliz Claudio-Zeta Carlos: La ética como pasión, entrevista a Joan-Carles Mèlich Sangrà, La tela de la araña, año VI, n° 13, Argentina, 2011.

 

Notas

 1.       Extraído de los Objetivos Generales del programa “Enfoque semiótico de la cultura y el arte”, Escuela de Postgrado, Maestría en Educación Artística, Mención en Música y Mención en Bellas Artes, U.N.R. 

2.       Sinopsis del film: Cielo sobre Berlín (Der Himmel über Berlin, conocida también en español como Las alas del deseo) es una película alemana de 1987 dirigida por Wim Wenders, con Otto Sander, Bruno Ganz, Solveig Dommartin, y Curt Bois.
Dos ángeles (Bruno Ganz y Otto Sander) observan el mundo, en especial Berlín. No pueden cambiar la vida de los hombres ni darse a conocer. El deseo de “sentir” y poder formar parte de la vida mortal es tan grande en uno de ellos, que incluso está preparado para sacrificar su inmortalidad por él. ¿Qué es el existir? “Tomar un café y fumar un cigarrillo…”
Muestra el punto de vista de los ángeles en sepia y pasa a color para mostrar el punto de vista de los humanos. Es una de las películas míticas para la arquitectura por situar una importante parte de la acción en la Biblioteca Nacional de Berlín.
Además de ser una declaración de amor “existencialista” por la humanidad, la película supone un enfrentamiento con la realidad de la división alemana, sus consecuencias y alcances durante el período denominado guerra fría hasta los años 80, y con la Historia de Alemania.

. Ficha Técnica:

Nombre original: Der Himmel über Berlin / Año: 1987
Director: Win Wenders.
Historia: Win Wenders, Peter Handke / Guión:Richard Reitinger.
Producción: Anatole Dauman, Pascale Dauman, Joachim Von Mengershausen, Win Wenders. / Producción ejecutiva: Ingrid Windisch.
Música original: Jürgen Knieper.
Fotografía: Henri Alekan.
Cielo sobre Berlín ganó incontables premios. En 1988 ganó el Bundes Filmpreis de oro, el Bayerischer Filmpreis y el Premio Europeo. En el Festival de Cannes de 1987, Wim Wenders ganó el premio a la mejor dirección. En el festival de São Paulo de 1988 la película ganó el premio del público. Además fue nominada al Cesar como mejor película extranjera.

Ficha artística:

Otto Sander (Cassiel), Bruno Ganz (Daniel), Solveig Dommartin (Marion), Curt Bois (Homer) y Peter Falk (La estrella de cine).

. Acerca de Win Wenders.

Nacido el 14 de agosto de 1945 en Düsseldorf Alemania, con el nombre de Wilhelm Ernst Wenders.
De joven estudió medicina y filosofía en la universidad de Friburgo de Brisgovia y hasta planeó convertirse en sacerdote, pero finalmente decidió estudiar en la escuela de cine de Munich. En 1967 realiza su primer corto, y ya no para de trabajar.
Habiendo nacido en una época en la que Alemania comenzó a girar hacia la cultura estadounidense para olvidar su propio pasado, Wenders tiende a explorar en sus películas la presencia estadounidense en el inconsciente europeo, o más concretamente la americanización de la Alemania de posguerra (un personaje suyo al cantar una tonadilla en inglés dice "estamos colonizados").
Con “El amigo americano” (1977), basada en la novela El juego de Ripley, de Patricia Highsmith, Wenders fue conocido internacionalmente. A partir de ese momento, e instalado en parte en los Estados Unidos (con Coppola y Fred Ross), comenzó lo que podría denominarse su etapa más prolífica, con historias intimistas como “Paris, Texas” (1984), “Cielo sobre Berlín” (1987) o su secuela “¡Tan lejos, tan cerca!” (1993).
En 1998 filmó con un grupo reducido “Buena Vista Social Club”, sobre un grupo de olvidados pero legendarios músicos cubanos, cuyas edades oscilaban entre los 60 y 80 años. Este documental registra el regreso a Cuba del músico estadounidense J. Cooder, momento en el que se reúne con el vocalista cubano Ibrahim Ferrer y el resto de los músicos para grabar un álbum. Este singular documento recoge a los músicos en el estudio donde grababan y además rastrea sus vidas en la “Habana”. 

3.       Existencialismo. El término existencialismo ha sido sometido a un abuso, en cuanto a sus alcances. Podemos señalar una literatura existencialista representada por Kafka o Dostoievski donde el sujeto, inserto (injerto) dentro de la sociedad, termina sucumbiendo a las fuerzas sociales u observando el desmoronamiento de los valores de la razón, mientras aún le queda algo de sentimiento para “sentir”, el deseo de existir.
También una cierta “actitud” frente a la vida, que algunos confundirán con una moda, dotada de una manera de “anti-convencionalismo” contrario a lo que en la época se denominaba buen parecer.
Como movimiento filosófico, el existencialismo se desarrolló en Europa, primero en Alemania y luego en Francia, y se ve fuertemente influenciado por los sucesos de las dos guerras mundiales. Sus seguidores se caracterizan principalmente por su reacción contra la filosofía tradicional. Estos filósofos se centraron en el análisis de la condición de la existencia humana, la libertad y la responsabilidad individual, las emociones, así como el significado de la vida.
El mundo ha descollado el proyecto racionalista de conquista del bienestar social y justicia como parte de un proceso que llegaría a la ilustración del ser, pero lo peor de si salió en las guerras.
La gran promesa de alivio que guardaba la tecnificación se transformó en más y mejores bombas.
Los existencialistas respiran una atmósfera densa, de pesadumbre. Se sienten “arrojados” a un mundo donde la inseguridad, el caos, la destrucción, la vida, la corrupción; forman parte  de él, donde todos los días hay que hacerse y rehacerse. Este pesimismo común no debe confundirse para nada con un falso derrotismo, pues el hombre ha de inventarse en él, como parte del existir.
El existencialismo constituye un esfuerzo por recuperar los valores singulares del ser humano frente al proceso de despersonalización iniciado a comienzos del siglo XX. Así es que el movimiento se niega a reducir al ser humano a una entidad cualquiera; el hombre no es un “ente”, es decir una sustancia susceptible de ser determinada objetivamente. Su ser se constituye a sí mismo, y en su proceso puede engendrar el ámbito de inteligibilidad, que le permitirá comprender el mundo y a sí mismo. Es este el cuadro, la búsqueda, en que el director nos presenta la película y las características de los personajes que la integran.
No se trata de ser conciencia y menos de conciencia de la realidad; sino que es la realidad misma.
Frente a la filosofía tradicional, que prima la esencia, antepone la existencia. "La existencia precede a la esencia" (Sartre), es decir, que no hay una naturaleza humana que determine a los individuos, sino que son sus actos los que determinan quiénes son, así como el significado de sus vidas. El existencialismo defiende que el individuo es libre y totalmente responsable de sus actos. Esto incita en el ser humano la creación de una ética de la responsabilidad individual, apartada de cualquier sistema de creencias externo a él.
Según algunos autores podemos clasificarlos en tres grupo. Siguiendo al italiano Abbagnano; el existencialismo ateo (representado por el último Jean Paul Sartre), el existencialismo cristiano (Kierkegaard) y el agnóstico de corte pesimista (Albert Camus, Martin Heidegger, Karl Jaspers) cuya propuesta es que la existencia o no de Dios es una cuestión irrelevante para la existencia humana: Dios puede o no existir. (Espasa Calpe, 2005; Carpio 2004) 

4.       Potsdamer Platz: no era más que un cruce de caminos en una de las puertas de la ciudad de Berlín. El área donde se ubica, se le llamaba Plaza de la Puerta de Potsdam, en 1838 se inauguró allí la estación de tren de Potsdam. Desarrollada en pocas décadas, pasó a ser una de las plazas más concurridas de Europa. Después del imperio alemán en 1871, la Potsdamer Platz experimento un auge en la construcción: la burguesía berlinés estaba empezando a florecer económicamente y los ciudadanos más acaudalados se mudaban a las puertas de la ciudad, construyendo las famosas villas en Tiergarten. Durante este auge constructivo abrieron sus puertas grandes hoteles.
Tras la ocupación de la ciudad por parte de los aliados, la Potsdamer Platz quedó en el área donde se dividían los protectorados soviético y norteamericano. Con la construcción del Muro, que la cruzaba en su sector oeste, quedó transformada en una tierra de nadie inutilizable y no fue reconstruida, pese a estar muy próxima a la principal avenida comercial de Berlín Este. Tras la caída del muro los berlineses se dieron a la tarea de rehabilitar Potsdamer Platz, lo que consiguieron en el transcurso de menos de una década. La actual arquitectura del lugar no recuerda en nada la original.
Fotos de ayer y de hoy, de la Potsdamer Platz:
http://es.wikipedia.org/wiki/Potsdamer_Platz#mediaviewer/File:PotsdamerPlatz_Vogelperspektive_2004_2.jpg
http://es.wikipedia.org/wiki/Potsdamer_Platz#mediaviewer/File:PotsdamerPlatz_Vogelperspektive_2004_1.jpg
              http://es.wikipedia.org/wiki/Potsdamer_Platz#mediaviewer/File:Fotothek_df_pk_0000145_001.jpg
               http://es.wikipedia.org/wiki/Potsdamer_Platz#mediaviewer/File:Potsdamer_Platz_1945.jpg
          http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/12/Potsdamerplatz2.jpg

 5.       Casalla Mario, Tecnología y Pobreza: “…El reconocimiento de que toda cultura está situada (lo sepa o no, lo proclame o lo oculte) y que sólo desde la asunción madura de esa situacionalidad es posible proyectarse más allá de sí misma y realizar la experiencia de lo Otro, de lo planetario, de lo “universal”… por eso es necesario distinguir… lo  universalmente situado”. (Casalla, 1988, p 91, 92) “…Este sentido de cultura nacional… enlaza firmemente a un pueblo con su pasado, con su tradición y, paradójicamente, lo libera de su particularismo, lo inserta en ese ámbito donde es posible el dialogo con otros pueblos, con las otras culturas”. (Casalla Mario, Tecnología y Pobreza. Editorial Fraterna. Argentina. 1988)
  1. 6.       Eidólon (Eidolon). Un eidolon (plural eidola) (en griego «ειδωλον»; imagen, fantasma, aparición), según la mitología griega y la teosofía, es una copia astral de un difunto. Los antiguos griegos imaginaban el eidolon como un doble fantasmal de la forma humana. Los teósofos lo ponen en relación con el perispíritu, el doble astral y el kamarupa.
Tanto los griegos como los teósofos creían que el eidolon se originaba tras el ingreso del difunto al Hades, lugar donde el espíritu del difunto perdía su identidad, y su espíritu volaba como un eidolon indeterminado, en forma de imagen descarnada. Hay un buen ejemplo de ello en la Odisea, cuando Ulises desciende al Hades y puede ver los eidola de los muertos, entre ellos el de su madre, semejante a una sombra y cuando Ulises intenta abrazarla, la imagen se desvanece.
El eidolon también puede aparecerse bajo ciertas condiciones a los vivos, un ejemplo de ello se describe en el sacrificio de Políxena; el espíritu de Aquiles aparece como eidolon cuando la joven hija del rey Príamo de Troya es conducida por Neoptólemo a la tumba de Aquiles para ser sacrificada en ella.
El caso del eidolon de Helena de Troya fue explorado tanto por Homero como por Eurípides. Sin embargo, mientras Homero usa el concepto de eidolon como una idea independiente que otorga una vida después de la muerte a Helena, Eurípides entronca aquí con la idea del kleos, siendo el eidolon y el Kleos de Helena, uno producto del otro. 

7.       Giambattista Vico. Su enfoque según el cual el hombre puede conocer, en propiedad, lo que es producto de su hacer, lo lleva a sostener que la Naturaleza, obra divina, puede ser pensada, pero no «entendida». Sólo Dios, que lo ha hecho todo, puede tener una comprensión total de todo.
Las cosas que el hombre hace son la matemática y la historia, y ambas son el orbe en el que el conocimiento humano puede moverse, en propiedad. La historia —posición muy lejana a su época histórica— es el verdadero ámbito humano.
Hay una historia ideal dispuesta por la providencia, en torno de la cual se mueven las historias particulares. El cauce es entonces divino, y sigue la repetición de tres edades sucesivas: la edad divina, que es teocrática y sacerdotal; la edad heroica, ganada por la arbitrariedad y la violencia; y la edad humana, que es razonable y moderada.

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